Con la almohadilla o hashtag “sin Ciencia no hay futuro”, el pasado día 17 de junio, se volvió a escenificar por las redes sociales la intención de volver a señalar la importancia de incrementar partidas presupuestarias a la investigación y el desarrollo en España.
“…el verdadero problema no era de índole técnico, de saber más o menos estadística, programación, economía o ecología. El problema era que ganarse la vida como investigador científico en España es una quimera. Después de veinte años en el sector tengo claro que jamás va a despegar la investigación científica, que permanecerá estancada en la parte plana de la curva exponencial. Que allí pasamos años con la promesa de que algún día todo va a cambiar. Que por mucho que rememos, publiquemos, aprendamos a programar, nos hagamos expertos mundiales en determinadas áreas, la mayoría seguiremos estancados”
J.M. Valderrama – La investigación científica en España: estancamiento permanente
Hace ya un año leíamos con malestar este artículo y hoy sigue agudizando un gran problema en nuestro país. No se ven mejoras a corto y medio plazo a excepción de los millones invertidos en investigación específica y puntual para el COVID-19.
Con la aprobación de más de 60 proyectos durante la semana pasada, que se unen a los 18 que ya se habían validado, son ya 81 los que se han financiado en el último mes y medio. Estos nuevos proyectos han recibido en total más de 13 millones de euros, que se suman a los 5 millones destinados a las anteriores investigaciones hasta alcanzar la cifra de los 18 millones de euros. De esta manera, el Fondo COVID-19, que cuenta con un total de 24 millones, ya ha invertido más del 75% de su presupuesto.
El Fondo COVID-19 invierte el 75% de sus fondos en más de 80 investigaciones sobre el nuevo coronavirus
Un parche más a la agonía de una necesaria apuesta por la inversión en educación, investigación y desarrollo que posibilite cambiar un país de servicio por un país rico en conocimiento, tecnología y desarrollo industrial.
El valioso tiempo debe estar enfocado en las cosas que son importantes y no en lo urgente para llegar a buenas metas. Por ello, se requiere actuar pronto y con compromiso en apostar por añadir fondos presupuestarios en ciencia y cultura para el incremento al alza que situé a España en los países que más invierten en educación, cultura, investigación y desarrollo. Por supuesto, luego tendrá que tener el compromiso de consolidar año a año la subida correspondiente al IPC según Ley de Presupuestos del Estado.
Más de uno me dirá que esto es inviable y utópico cómo muchas de las imágenes gráficas de la tira periodística de Mafalda, del humorista gráfico Quino. La cuestión es que seguir oyendo las voces del ayer y hoy de los políticos de turno a cargo de educación, cultura y ciencia no posibilitará cambiar un país de servicio por un país rico en conocimiento, tecnología y desarrollo industrial.